Otro Camino pide la renuncia del ministro Héctor Alexander

La decisión de la calificadora de riesgo Fitch Ratings de ratificar la calificación soberana BBB- a Panamá y modificar la perspectiva de la calificación soberana asignada, de estable a negativa, pone a nuestro país en una inminente pérdida del “grado de inversión”, con consecuencias severas.

Panamá es uno de los cinco países en Latinoamérica con “grado de inversión”, es decir, que está en el grupo de “mejores pagadores”, lo cual lo hace más atractivo para la inversión, fomentando la generación de empleo y la creación de oportunidades de negocios.

Por lo anterior, perder el grado de inversión no solo es perder confianza y pasar a formar parte del “grado especulativo”, donde los instrumentos de deuda suelen ser denominados “bonos basura”, sino que es costoso para el país y preocupante por las razones que ha provocado la decisión de Fitch Ratings.

Las consecuencias de perder el grado de inversión serán perjudiciales para el panameño: mayor costo de la deuda (por cada 0.1% que suba el costo ponderado de la deuda panameña, al país le costaría aproximadamente US$ 50 millones), monto que podría ser destinado a cubrir las necesidades sociales de agua potable, salud o educación.

La calificadora Fitch Ratings argumenta su decisión y menciona en su informe: presiones fiscales, perspectivas inciertas de consolidación fiscal, maniobras contables del gobierno, presupuesto 2024 con alto riesgo, falta de iniciativa para resolver la crisis de pensiones (IVM, Beneficio Definido).

También deja entrever que el país no podría cumplir con la meta fiscal de este año (déficit inferior a 3% del PIB), explicando que existen atrasos en pagos a proveedores del Estado, además de incertidumbres en ingresos (regalías de la minera y ventas de terrenos que no se repetirían en el 2024).

Finalmente, el informe menciona como elementos que presionan el déficit, presencia de subsidios (principalmente combustible y energía) y tendencia creciente en intereses (por mayores tasas internacionales y mayor monto de deuda).

Frente a lo anterior, el Movimiento Otro Camino (Moca) muestra su rechazo absoluto a las prácticas actuales de gestión pública, que no se han manejado dentro de la responsabilidad y las sanas prácticas que busquen propiciar el desarrollo de la sociedad.

Consideramos que la gestión económica del país no solo ha sido decepcionante, sino perjudicial para la sociedad panameña, por lo que creemos necesaria la renuncia del ministro Héctor Alexander, siendo indispensable, además, un cambio de rumbo radical en la gestión económica.

Otro Camino reafirma su compromiso con una gestión económica seria y responsable que –bajo las circunstancias de situación financiera grave por el insostenible déficit fiscal y el engrosamiento de la deuda del país– implique medidas que, entre otras, sean destinadas a:

– Reducir exoneraciones tributarias.
– Aumentar la eficacia de la recaudación.
– Reducir los gastos en planillas de contrataciones políticas.
– Reducir los gastos diplomáticos innecesarios.
– Eliminar las consultorías innecesarias.
– Recuperar la confianza con transparencia y meritocracia.
– Implementar un ambicioso plan de infraestructura que busque atender las principales necesidades sociales.

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