El Comité Político Nacional del Movimiento Otro Camino expresa su absoluto rechazo al salvoconducto otorgado por el gobierno del presidente José Raúl Mulino al señor Ricardo Martinelli, ciudadano con una condena en firme por un delito común que nunca debió calificar para asilo político. Esta lamentable decisión no solo refleja, una vez más, la falta de certeza del castigo y la impunidad rampante que impera en Panamá —especialmente a favor de quienes forman parte de la partidocracia tradicional—, sino que también envía el mensaje nefasto a la ciudadanía y al mundo de que en nuestro país se puede robar al Estado sin enfrentar consecuencias.
Este tipo de acciones desalienta la inversión, tanto local como extranjera, y debilita profundamente la confianza en nuestras instituciones, haciendo inviable cualquier modelo de desarrollo justo y sostenible. Pero tenemos que señalar lo evidente y es que este hecho constituye una bomba de humo para distraernos de los verdaderos problemas del país.
Manifestamos nuestra profunda preocupación por la situación de la mina de Donoso. Cobre Panamá parece no aceptar la realidad de su cierre y el Gobierno sigue enviando señales de que pretende reabrirla, desconociendo el fallo de la Corte Suprema de Justicia y en abierta violación de la Ley 407 que establece la moratoria de minería metálica en la República de Panamá.
¡Exigimos transparencia y respeto absoluto a la decisión judicial y a la voluntad popular mayoritariamente expresada en las calles en octubre y noviembre de 2023!
Nos preguntamos también: ¿dónde está la reactivación económica que tanto prometieron?, ¿para qué estamos pidiendo más préstamos?, ¿sabemos en qué vamos a utilizar tales fondos?, ¿acaso no queríamos recuperar el grado de inversión?, …todo parece estar diseñado como un negocio para cinco gatos, mientras el resto del país espera soluciones reales.
Panamá necesita justicia, transparencia y compromiso con el Estado de derecho.
Desde el Movimiento Otro Camino seguiremos señalando, sin temor, las irregularidades, defendiendo los intereses de todos los panameños y luchando por un país donde la ley no se doblegue ante el poder ni el dinero.
Hoy más que nunca reafirmamos nuestro compromiso con una nueva forma de hacer política, decente, valiente, al servicio del país y no de intereses particulares.
¡Seguimos!