HOY ES UN DÍA QUE MARCARÁ LA HISTORIA POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE PANAMÁ.

Un grupo de ciudadanos de todo el país, con sus sueños, con sus anhelos, con sus esperanzas… Sí, un grupo de ciudadanos de todo el país ha tomado una valiente decisión que hoy con la responsabilidad y amor a la patria la queremos comunicar. A pesar del desgaste de las organizaciones político partidistas en la era moderna, la experiencia y la realidad nos indican sin espacio para la duda, que el sistema actual no tiene la menor intención de cambiar las reglas del juego para que los candidatos de libre postulación podamos organizarnos y competir en igualdad de condiciones. Por ello y por la determinación ciudadana que marca nuestro movimiento desde su inicio, asumimos el reto y hoy anunciamos al país que haremos la transición hacia un nuevo partido político. Sí. Pero uno moderno, abierto, participativo, un partido del siglo XXI, comprometido con el cuidado de nuestro planeta, y sobre todo, un partido ético y con rendición de cuentas. Una nueva organización que como partido político promoverá y defenderá los mismos principios que promovimos y defendimos como ciudadanos independientes.

Luego del recorrido que nos llevó al histórico resultado que obtuvimos el 5 de mayo pasado, tomamos la decisión de realizar una gira nacional de tres meses, que nos permitió recorrer todo el país, provincias y comarcas. Escuchamos atentamente al Movimiento Otro Camino, a la población y a candidatos independientes. Hicimos nuestro ejercicio autocrítico que nos permitió aprender de nuestros errores para poder mejorar, así como también promovimos un amplio debate interno que nos llevó a evaluar la necesidad de constituir un partido político. Y así lo hemos decidido los ciudadanos que pertenecemos a este gran movimiento naranja. Esta no es la decisión de una sola persona, de un individuo. Esto ya no se trata de mí, solamente; ahora se trata de nosotros. Este no es mi partido, es de ustedes, es de los ciudadanos de esta gran nación  esta organización no nace de una chequera. Esta organización nace de un sentimiento, de un ideal, de una esperanza, nace de un propósito y de la determinación de muchos por ver a esta tierra brillar como anhelamos, con salud, educación, prosperidad, certeza del castigo y convivencia pacífica.

El camino transitado nos permitió identificar con precisión que para llegar a gobierno y desde allí tomar las decisiones e impulsar las medidas que le den otra dirección al preocupante escenario que vivimos los panameños, tenemos que jugar con las reglas del juego vigentes. Reglas muy desiguales, sí, pero son las reglas.  Entonces, jugaremos con estas y cuando lleguemos a gobierno, haremos las transformaciones para que se permita que los ciudadanos independientes puedan competir en igualdad de condiciones con los partidos políticos, empezando por reducir la insultante cantidad de fondos públicos que se les otorga a los partidos políticos.

Considero importante compartir con todos ustedes y con el país cuáles son esas razones que hacen el terreno desigual para los independientes y, en consecuencia, por qué hemos tomado la decisión de constituir un partido:

  1. La recolección de firmas, solo tres candidatos. Como se sabe, la ley solo permite tres candidatos independientes para cada cargo de elección popular, esos son los tres que más firmas logren recolectar. La experiencia pasada demostró que en este país las firmas algunos las consiguen con dinero, lo cual pone en riesgo la posibilidad de lograr estar en la papeleta. Es decir, podemos tener muy buenos candidatos para todos los cargos, pero los mismos pueden ser desplazados por candidatos patrocinados por otros intereses. No queremos que nuestros adversarios políticos financien candidatos con sus grandes chequeras para bloquear la entrada de los nuestros. En efecto, esto ya nos ocurrió durante la pasada experiencia. Si tenemos un partido, tenemos a nuestros candidatos asegurados en la papeleta.
  2. Una sola oferta electoral. Unificación. A los candidatos por libre postulación no se les permite hacer alianzas y presentar una sola oferta electoral en todo el país. Por más que se trabaje en coordinación, no se pueden unificar los colores, los distintivos ni los números en las papeletas. Unos son verdes, otros celestes, otros chocolates, unos son 8, otros son 9, otros son 10 y todo es distinto en cada circunscripción. Imposible poder promover la oferta electoral de esta manera frente al votante.
  3. Los tiempos son desiguales. La recolección de firmas no termina y los candidatos no se oficializan hasta poco tiempo antes de las elecciones; sin embargo, los partidos políticos tienen sus primarias desde mucho antes, formalizando sus candidatos meses antes que los de libre postulación. Con ello, los partidos cuentan con mucho más tiempo para organizarse.
  4. El financiamiento público. Es tremendamente desigual. Por ejemplo, a la alianza que ganó las elecciones le tocaron 15 millones de dólares antes de las elecciones, sin contar lo que reciben después, que es otra millonada de nuestros impuestos. A nosotros nos tocaron 158 mil dólares. Sí, 15 millones contra 158 mil dólares.
  5. Representación frente al Tribunal Electoral y en la Comisión Nacional de Reformas Electorales. Los independientes o candidatos por libre postulación no tenemos representación frente al Tribunal Electoral, no formamos parte del Consejo de Partidos Políticos y ni siquiera existe una oficina dentro del TE dedicada a la libre postulación. Todo se atiende desde el departamento de partidos políticos. Tampoco tenemos representación en la Comisión Nacional de Reformas Electorales, donde se discuten los cambios a las reglas del juego actuales. Como partido, sí nos dan ese espacio para poder representar a miles de ciudadanos. Queremos tener incidencia para poder impulsar los cambios que equiparen y promueven la igualdad de oportunidades en la participación política.
  6. Los movimientos ciudadanos no son reconocidos por nuestra legislación como vehículos legítimos para la participación electoral, por lo que nos corresponde organizar un partido, establecer liderazgos democráticos, representativos en todo el país para desarrollar los principios que nos unen como movimiento ciudadano. VAMOS A FORMAR A MUCHOS LÍDERES EN TODO EL PAÍS, PORQUE DE ESO DE TRATA, DE SEGUIR FOMENTANDO NUEVOS LIDERAZGOS, NACIONALES, PROVINCIALES, DISTRITALES, DE CORREGIMIENTO Y DE BARRIOS.

Hoy nos encantaría poder decir que todas estas desigualdades las podemos cambiar, pero resulta que es la Asamblea Nacional la que debe hacerlo y, con lo que estamos viendo en ese Órgano del Estado, queda claro que no existe, ni en el partido gobernante ni en los otros partidos políticos allí representados, la mínima intención de hacer los cambios que favorezcan a los ciudadanos que quieran participar en la política electoral. Todo lo contrario, estoy convencido de que podrían esperarse más restricciones para la libre postulación. El ejemplo ya lo tenemos, con una reforma constitucional que se presentó en días pasados, uno de tantos disparates que allí se están proponiendo, en la que se limita la figura de la libre postulación y un diputado escribió con su puño y letra NO LOMBANA.

Pues les tengo una noticia… Sí lombana, sí otro camino y sí a la nueva forma de hacer política que va a transformar este país, aunque un grupito no lo quiera. Estamos aquí para actuar, para trabajar, para hacer oposición y para brindarle a los panameños, con responsabilidad, un liderazgo real y decidido frente a los enormes retos del presente y futuro.

Por todo lo anterior y, por estar absolutamente convencidos de que somos más los panameños que queremos que la decencia y el patriotismo regresen a la política, hoy anunciamos la decisión de conformar un nuevo partido político que se llamará Movimiento Otro Camino…

Y el Movimiento Otro Camino, en conjunto con miles y miles de ciudadanos de nuestro bello país, ya ha empezado a organizarse y hoy les presentamos nuestras estructuras provisionales. Me acompañan en esta mesa los miembros de la Junta Directiva Nacional Provisional del Movimiento Otro Camino, ahora partido político en vías de formación. Y les comparto que Otro Camino es la primera organización política del país que tiene a nivel de su junta directiva, una Secretaría de Ambiente y una Secretaría de Pueblos Originarios.

También les comparto que, a la fecha de hoy, ya se han constituido todas las juntas directivas provinciales y comarcales provisionales, nos acompañan aquí en tarima también representantes de cada una de dichas juntas. Enviamos un saludo  especial a todos aquellos en todo el país que no han podido asistir. Gracias a todos, por ustedes estamos aquí, asumiendo el reto de decirle a la faz del país: HAY OTRO CAMINO PANAMÁ.

No puedo en este momento dejar de referirme a la situación que se vive en el país con las reformas constitucionales. La República está rota, atravesando uno de los puntos más bajos de su debilidad institucional, sobre todo en lo relativo a los órganos Legislativo y Judicial. Por ello, desde campaña promovimos la Constituyente como el mecanismo participativo, ciudadano, que puede legítimamente producir un nuevo pacto social que blinde a los ciudadanos contra los abusos del poder. Que limite el poder. Ese poder que le ha robado la esperanza y el futuro a muchos panameños. Una Constitución que detenga los pactos de impunidad y el atraco constante a los recursos de los panameños. El gobierno electo había propuesto el mecanismo de reformas en lugar de Constituyente y eso lo respetamos, pero en lugar de asumir un liderazgo, estudiar el documento de la Concertación y consultar públicamente a los ciudadanos, para que fuera un propuesta real de su gabinete, rehuyó su responsabilidad y simplemente pasó la pelota, cual papa caliente, a la Asamblea Nacional, como si fuera un tema que no le perteneciera. Y allí, en la Asamblea, ocurrió lo que era completamente previsible. Los ciudadanos fuimos sometidos a una cadena de irresponsables disparates, con la excepción de algunas voces prudentes en el pleno. No era necesario someter al país a esto y la responsabilidad directa es del Gobierno; es decir, del presidente y de su bancada en la Asamblea Nacional, que se pusieron a jugar con nuestra Constitución como si fuera una feria libre. Señor presidente: usted tenía que liderar el proceso y darle al país la tranquilidad de que el Ejecutivo no se dejaría chantajear por un grupo de diputados que quiere seguir viviendo a costa del sudor de todos los panameños, manteniendo todos sus privilegios e impunidad.

Presidente Cortizo: si usted está dispuesto a enfrentar a aquellos diputados que en vez de estar sentados en la Asamblea, deberían estar frente a la justicia… si usted está dispuesto a no dejarse chantajear e impulsar una verdadera Constituyente, una que realmente represente el sentir de los ciudadanos, nosotros participaremos. Pero hasta ahora, lo único que escuchamos es su silencio y lo único que vemos es su ausencia.

Esta oportunidad es única e histórica y el país no la puede desaprovechar. Pero necesita un liderazgo que así lo enfrente y así lo comunique al país. Mientras no se asuma de esta forma, entonces seguiremos viendo este espectáculo, escandaloso, vergonzoso, al que nos está sometiendo la Asamblea Nacional, con el cual esconden la realidad que quieren seguir ocultando y que tiene a la población panameña muy molesta. Planillas, nombramientos de familiares, de amigos, de gente no idónea, contratos directos, insultos, gritos y tantas otras cosas que degradan el servicio público. La vieja táctica de crear el caos para tapar la corrupción e impunidad que este gobierno está demostrando no estar dispuesto a combatir. Y mientras todo esto ocurre, la población sigue a la espera de medicinas, de servicios de salud dignos, de agua potable, de seguridad y de nuevas oportunidades.

La Concertación Nacional hizo su parte, los sectores allí representados trabajaron arduamente y presentaron un documento al Ejecutivo. Pero ese no puede ser un documento final. Ese es un documento de trabajo, un punto de partida, como en todo proceso constitucional. Dicho esto, y respetando el trabajo de la Concertación, nosotros consideramos que el documento era insuficiente y tenía que ser mejorado, complementado, para atender con eficacia los graves problemas institucionales del país. Es por ello que, a pesar de ser nosotros promotores de la Constituyente, nos acercamos a la Comisión de Gobierno y presentamos un documento con nuestras consideraciones, en el que reiteramos que no nos abrigaba la esperanza de que la propia Asamblea, que es parte del problema y cómplice de la situación que ahora estamos tratando de resolver, iba a ser parte de la solución en favor de los ciudadanos.

En nuestro planteamiento, que presentamos por escrito, enumeramos todos aquellos puntos y propuestas que consideramos debería contener la reforma, como elementos mínimos, para rescatar nuestra institucionalidad. Y no lo hicimos solo nosotros. Muchísimos panameños, panameñas, organizaciones y grupos acudieron al llamado de la Comisión de Gobierno, en todas las provincias y comarcas. Estas consultas permitieron a la Asamblea conocer el descontento ciudadano por la poca profundidad de las reformas y, además, el descontento con el papel de la Asamblea Nacional. Sin embargo, todos estos aportes, como la prohibición de la reelección y las competencias y facultades de investigación a los diputados y magistrados, entre tantos otros, fueron desechados por la Asamblea Nacional. Esta actuación de las bancadas de los partidos políticos tradicionales en la Asamblea demuestra que no tienen interés, legitimidad, ni capacidad para acometer un proceso de reformas constitucionales serio y consecuente con la necesidad de un verdadero cambio en la conformación de los órganos del poder. Y peor aún, nada les importó lo que los ciudadanos dijeron y propusieron en las consultas. Los diputados de las bancadas de los partidos políticos tradicionales han convertido el proceso en una total farsa, justificando lo injustificable y proponiendo cambios que solo les benefician a ellos.

El presidente de la República y su vicepresidente han repetido, desde campaña y ahora en gobierno, que si la reforma no contiene los cambios que verdaderamente reclama el país y los ciudadanos, convocarán a una Constituyente. Bueno, para pasar de las palabras a la acción, deben hacer la convocatoria a la Constituyente, pues la falta de compromiso de la mayoría en la Asamblea ya ha dejado claro que no harán los cambios que el país reclama y necesita. La reforma ha perdido toda legitimidad posible, tanto por esa ausencia de liderazgo como por el inconsulto y atropellado proceso en la Asamblea Nacional.

Desde este escenario y como presidente del partido en formación Otro Camino le expreso, respetuosamente, al gobierno y a la población, que debemos avocarnos a un proceso constituyente, inclusivo, abierto a la participación de todos y no solo de los partidos políticos, para que considere, discuta y apruebe una nueva Constitución para Panamá que garantice una verdadera separación de poderes y el imperio de la ley. Una Constitución que asegure que el poder Legislativo legisle, el poder Ejecutivo administre y ejecute, y el poder Judicial juzgue el cumplimiento de la ley. Y que garantice la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, sin privilegios ni protecciones abusivas para los que detentan el poder.

Y en dicho proceso Constituyente, nuestro nuevo partido, Movimiento Otro Camino, participará y abrirá sus puertas para la participación ciudadana en dicho ejercicio, asegurando así que la Constituyente no quede secuestrada por la partidocracia tradicional.

Si Órgano Ejecutivo no asume la responsabilidad histórica de la convocatoria a la Constituyente, nos tocará a los ciudadanos organizarnos para recolectar las firmas necesarias para convocarla nosotros.

Gracias. Muchas gracias a todos los que nos acompañan hoy aquí. Gracias a estos hombres y mujeres panameñas, representantes de todo el territorio nacional y de nuestras etnias… SOMOS OTRO CAMINO y en los próximos días estaremos presentando al Tribunal Electoral nuestra solicitud de reconocimiento como partido político en formación, con las firmas de los iniciadores, junto al resto de requisitos que exige la ley electoral. En cuanto el Tribunal Electoral nos dé la luz verde, que esperamos sea muy pronto, estaremos iniciando nuestra recolección de firmas masiva en todo el país…

Invitamos a todos los ciudadanos que quieren ser parte de la construcción de la nueva historia política de Panamá… a todos aquellos que creen en la decencia en la política, que creen en la ética en la política, seas de partido político o seas independiente, no hay exclusión… el único requisito es ser un buen panameño y querer trabajar incansablemente para dejarle a nuestros hijos una República estable, próspera, sin la vergonzosa desigualdad que hoy nos separa… Si quieres ser parte de Otro Camino, te invitamos a inscribirte y apoyarnos…

A los independientes, a los miembros de partidos políticos que están cansados de lo mismo, a los ciudadanos que quieren trabajar por Panamá, estamos obligados a sumarnos e integrarnos para lograr nuestros objetivos de rescatar la Nación y, por mi parte y de nuestro movimiento, consideren a Otro Camino como una plataforma de integración.

Nos han dicho que las cosas no cambiarán porque siempre han sido así. Pues no. Siempre son así hasta que las cambiamos… Hasta que los ciudadanos decimos YA NO MÁS. No más atropellos a nuestra dignidad. Somos ciudadanos y nos vamos a organizar para hacer todo lo que tengamos que hacer por la vía democrática para sacar a quienes tienen secuestrado nuestro país del poder, y así rescatarlo y ponerlo en manos de las próximas generaciones.

Tenemos que comprometernos con una nueva forma de hacer política, pues en estas

épocas se viene debilitando rápidamente la confianza de los ciudadanos en la democracia,

producto, en gran medida, de las conductas de los actores tradicionales frente a la inacción ciudadana. No podemos arriesgar un sistema democrático que, aunque imperfecto, es la mejor forma de convivencia pacífica conocida por la humanidad. Construyamos juntos, Otro Camino para Panamá.

 

¡¡¡¡SEGUIMOS!!!!

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